Hasta el 31 de agosto estuvo Luis Basarte trabajando. El último día de agosto fue también el último de su vida laboral. Dijo adiós entonces a 38 años de docencia, de los que diecisiete ha estado ejerciendo en el IES Ribera del Arga de Peralta como profesor de lengua y literatura, los últimos trece como director. Se va dejando atrás un instituto que pasó momentos muy difíciles en el momento de su refundación pero que ha ido evolucionando a la par de los tiempos y cuya oferta formativa también ha ido creciendo.
Dice que el instituto pasó momentos complicados en su refundación, ¿por qué?
El instituto ha ido cambiando a la par de los tiempos, se ha ido adaptando a todos los cambios tecnológicos pero también a los legales. En concreto, un punto de inflexión supuso el momento de su refundación en 1995. Fue muy complicada ya que hubo que hacer una reforma de mucho calado que imponía la Logse, había que crear un sistema nuevo y un centro nuevo con un sistema educativo nuevo a partir de otro que era la escuela profesional de FP. Por esa razón y otras contingencias tuvo comienzos difíciles y socialmente estuvo muy cuestionado. Pasó de ser una institución casi permanentemente cuestionada a ser una institución reconocida y apreciada y eso es mérito de toda la comunidad educativa.
Habla de la FP, ¿ha crecido mucho esta oferta?
La oferta formativa ha ido a la par que los cambios legales pero sí que ha crecido. Se han añadido ciclos de FP básica y una nueva familia profesional, la de informática, que se une a mantenimiento y agraria. Nos hemos ajustado a la ley pero hemos hecho un enorme esfuerzo por atender la demanda tan variada de asignaturas, hablo no solo de la FP si no de toda la oferta del instituto que había en el alumnado y eso en un centro pequeño es complicado.
¿Cuántos alumnos hay? No da la impresión de que sea un instituto pequeño
Unos 660. A base de esfuerzo y de ser muy exhaustivos en la planificación se ha logrado poder ofrecer todos los bachilleratos, incluso el humanístico y que el alumnado que quisiera dar griego o literatura universal, pudiera hacerlo.
El IES Ribera del Arga fue pionero en la implantación del bachillerato de investigación, ¿cómo surgió? ¿Por qué se vio esa necesidad?
Sí, fuimos uno de los pioneros de Navarra. Surgió gracias a la propuesta de la profesora de latín, Ana Esparza, que a día de hoy sigue coordinándolo. Lo propuso a la dirección y se vio que era una idea estupenda. Se puso en marcha en 2014 siendo el primer centro de Navarra en implantar este programa porque eso quiero recalcarlo, no es una modalidad, es un programa. Años después lo implantó el Valle del Ebro que añadió un convenio con la UPNA y ya el pasado curso cuatro centros, los dos que ya lo teníamos y el Plaza de la Cruz y el IES de Barañáin que lo incorporaron, firmamos un convenio con la UPNA y otras instituciones como el Planetario lo que va a servir para potenciarlo y tener una mejor tutorización.
¿En qué beneficia al alumnado que opta por esta modalidad?
Este programa permite ofrecer una respuesta a aquellos alumnos y alumnas que quieren mejorar su rendimiento y su expediente. Les permite aprender y ampliar la nota media del bachillerato hasta en un punto. Nos parece una buena herramienta para aquellos que quieren ir a un ritmo un poco más alto sin entorpecer ni atosigar al resto de alumnado.
Y su último curso como director coincidió con la pandemia…
Pues aunque sea una paradoja estoy especialmente contento de cómo transcurrió. Habría que distinguir entre el periodo del curso 2019-2020 cuando empezó todo del año pasado. En el confinamiento, sorprendentemente, funcionó todo mejor de lo que se podía esperar. Fuimos capaces de establecer un sistema de comunicación con los alumnos para llevar a cabo las clases de forma telemática. Hubo algún problema con la evaluación porque hacerlo así es más complicado pero en general funcionó. El año pasado el agobio vino en verano, con la elaboración del plan de contingencia, la modificación de la organización, los recreos, las entradas y salidas…. Pero al empezar, en diez días me tranquilicé porque vi que todo iba bien.
¿Le ha quedado algo pendiente?
Hombre, diría que tal vez la renovación metodológica pero que, como suelo decir, hay que hacerla ‘con gaseosa’, con mucho cuidado porque si no puede desorientar y sin olvidar nada de lo bueno que tiene nuestra tradición. A lo largo de los últimos años se han producido innovaciones significativas con orden. Yo diría que el reto es ése, mantenerse en la línea que está el centro y tal vez mejorar alguna infraestructura.